miércoles, 5 de octubre de 2011

Resumen T1. Modos de ver.


CAPITULO I. La forma de ver.

La vista es la que establece nuestro lugar en el mundo pero el conocimiento y la explicación nunca se adecuan completamente a la visión.
La vista llega antes que el habla, esto no quiere decir que la vista sea una reacción mecánica a ciertos estímulos. Solamente vemos aquello que miramos.

Mirar es un acto voluntario,  lo que vemos queda a nuestro alcance, aunque no al alcance de nuestro brazo. Nosotros mismos somos los que construimos nuestros propios conocimientos.

A través de la visión los artistas crean imágenes llamadas “obras de arte”. Las imágenes reflejan todo lo que alcanza la visión del ser humano.

En la actualidad vemos el arte como nadie lo ha visto antes, lo percibimos de un modo diferente. A la hora de ver un cuadro es importante tener en cuenta la composición.

Hoy en día contamos con la cámara de video, que nos muestra un mundo del único modo que puede verlo, se aproxima a los objetos y se aleja de ellos, registra un movimiento tras otro en las combinaciones más complejas, permitiendo conseguir infinitas reproducciones de cualquier imagen.

A veces, la pintura es transportable pero nunca se le puede ver en dos lugares al mismo tiempo. La cámara al reproducir una pintura destruye la exclusividad de su imagen.
De esta forma fue posible que la imagen fuera hasta el espectador y no al contrario.
Las obras de arte han sido clasificadas como reliquias (pertenecían a la reserva de los ricos).
La reproducción de obras de arte es responsable de que el significado de éstas pierda su sentido original.
Las reproducciones se siguen utilizando para crear la ilusión de que nada ha cambiado.
Los cuadros originales son inmóviles al contrario de la información.
Gracias a las reproducciones pueden empezar a ver el arte todas las clases sociales de la misma forma que los hacían en el pasado la minoría culta, el arte del pasado ha perdido su autoridad.

CAPITULO II. Imágenes.
Hemos observado que todas las reproducciones resaltan la belleza de la mujer en su lado más sensual.


CAPITULO VII. La Publicidad.
Hoy en día vivimos rodeados de imágenes publicitarias.  Estas nuevas imágenes publicitarias se llevan a cabo con el fin de llamar la atención del espectador para estimular su afán por consumir.
Somos sumisos al bombardeo de imágenes publicitarias a las que nos sometemos día a día. La publicidad nos convence para que realicemos una transformación de nosotros mismos con la influencia de algo que es ficticio.

La publicidad se centra en las relaciones sociales, no en los objetos, no promete el placer, sino la felicidad. La felicidad de ser envidiado es fascinante.

Las imágenes publicitarias utilizan obras de arte para aumentar la seducción o la autoridad de sus propios mensajes.
La publicidad ha comprendido mejor la pintura al óleo que los historiadores de arte.
En una sociedad de consumo la publicidad y la pintura al óleo están relacionadas con la sociedad alta.
La publicidad nos convence a través de imágenes, que es lo que debemos comprar nos hace depender de tener que gastar dinero para poder vivir, sino lo haces así la sociedad te tacha como un ser sin rostro.
La publicidad es la vida del capitalismo, sobrevive convenciendo a las personas de cuales son sus intereses.

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